viernes, abril 14, 2006

EL JARDIN DE LAS DELICIAS




No se donde leí que la discapacidad se tiene, no se es discapacitado. Tener una minusvalía limita para realizar actividades de la vida diaria acceso al trabajo, para tener una vida familiar plena, limita el acceso a la cultura, al deporte a las actividades de ocio. Tener un trastorno mental además impide a la persona darse cuenta de cuales son sus limitaciones, o llega a estar tan abrumado por las limitaciones que no disfruta de la vida.
El tratamiento de la enfermedad mental empieza en muchas ocasiones a una edad muy temprana, esta lleno de abandonos, de recaídas, de ingresos hospitalarios,…., de malos rollos, de efectos secundarios producidos por la medicación y del estigma asociado a la etiqueta que empiezas a llevar, delante de tus familiares y amigos. La discapacidad mental está ahí, se lleva pero no nos puede impedir realizar nuestros sueños. Incapacita en muchas ocasiones para todo, para mantener un normal cuidado personal, orden y limpieza del espacio donde se vive. Limita para convivir. Limita para trabajar, es fuente de pobreza y aislamiento social. Y el futuro es muy incierto, puede ser la demencia, la muerte prematura o el suicidio, en el mejor de los casos son muchos años de sufrimiento, aunque se mantenga el firme compromiso de cuidarse y seguir las recomendaciones de las ciencias médicas y sociales. La vida es dura, insolidaria, hostil y recelosa hacia el enfermo mental, está llena de incomprensiones. La familia que vive con el enfermo mental le exige su forma de vida, le hace dependiente, aunque su pretensión sea cuidar del familiar y apoyarle lo más posible. La vida es difícil y lo es para toda las personas, pero para el enfermo mental tiene una carga añadida, la discapacidad. Y como se acepta llevar esa discapacidad, no es evidente, cuando se esta bien, pues como todo el mundo, pero hay recaídas hay que estar atento mantenerse en forma, seguir el tratamiento medico pautado y los controles necesarios para nuestra propia salud y por el bienestar de los que nos rodean. Recabar todos los apoyos que gracias a vivir en un país europeo, se nos puedan facilitar.
No hay iniciativas de los enfermo mentales, estamos poco representados para demandar a la sociedad mejores tratamientos, mayor ayuda para la investigación, y ayuda económica para el propio usuario de la enfermedad mental, siempre que la pueda autogestionar, llevando la propia discapacidad con control. Toda nuestra energía vital no se puede consumir en una lucha diaria para levantarnos por la mañana o hacer frente a persecuciones y alucinaciones, o en batallas con nuestra propia familia. Tengamos proyectos y contribuyamos a hacerlos realidad, seamos artífices activos de nuestro propio futuro.

SALUD_OS

Spinnecommander

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Querido superhéroe,creer que la "enfermedad limita para tantas cosas" es la mejor forma de incapacitarse. Percibo en tu texto un pesimismo que me resulta impropio de ti. La "enfermedad" habrá que colocarla en su justa medida. Por desgracia ese concepto mancha e inunda todo. Tú, que eres conocedor de los manuales clasificatorios de la susodicha, habrás observado que hay una función matemática por la que a mayor tiempo pensando, los psicopatólogos proliferan los trastornos psíquicos de tal manera que la asíntota tiende a infinito. Ya les queda menos para descubrir que los trastornos psíquicos son tan variados como las personas que han caído bajo el dedo acusador. Las circunstancias familiares son difíciles de soportar, pero no sólo para los diagnosticados. Hay quienes se desordenan, pero eso es un síntoma de un desorden interno, de algo que queda por colocar en uno mismo. La dificultad de asearse es más una falta de deseo de agradar que una incapacidad. Si todo lo justificamos por la supuesta enfermedad nos negamos la condición de personas, pasamos a ser los principales voceros del estigma social. Habrá que pedir a los otros, si es que existen tales otros, que sean respetuosos y que nos dejen vivir, habrá que explicarles que tenemos sentimiento distintos,habremos de explicarnos el viaje que recorrimos, pero no presentandonos como incapaces, discapacitados, limitados, tarados mentales. No lo somos, Mr.Spin, somos personas que trasegamos la vida por caminos distintos y a veces no somos comprendidos, pero somos capaces, nuestros límites no son tan biológicos como psicológicos o sociológicos. Rompamos las barreras psicológicas de la incapacidad que otros o nosotros mismo a veces nos ponemos y miremos de frente, con dignidad y la cabeza alta. No necesitamos compasión, ni autocompasón tampoco, merecemos respeto y sólo lo tendremos si nos lo otorgamos primero nosotros a nosotros mismos.
Ánimo, comandante, que tú puedes. Los que te conocemos lo sabemos.
Cuídate.
Delfín.

Anónimo dijo...

Señor Spinnecommander,
Esas dificultades de las que hablas son reales y complejas. ¿Cómo podemos contribuir a solucionarlas?
Un saludo.
Antonio

AAQ dijo...

Las soluciones también son reales y complejas. Pero creo que hemos abierto un camino. Reproduzco textualmente una parte de la ponencia de AAQ en el primer congreso FEARP.

5. LA RESPONSABILIDAD DEL USUARIO
No podemos negar que existe también una responsabilidad del usuario que implica que no debe ser un sujeto pasivo en la relación médico-paciente, aunque consideramos, entre otros temas, que es difícil encontrar el tratamiento adecuado a la primera. Unido a este hecho, además, el desconocimiento por parte del usuario de los recursos y medios disponibles en los diversos organismos tanto públicos como privados.
Como he dicho anteriormente, el usuario debe ser parte activa del tratamiento. La relación profesional-usuario se debe basar en la cooperación o lo que es lo mismo, que la experiencia del paciente sea tenida en cuenta por el médico o, en general, por el terapeuta, para que el tratamiento sea adecuado y efectivo.
Dicho esto, también está claro que tenemos que asumir nuestra parte de responsabilidad en lo que nos pasa, sobre todo una vez que nos ha pasado, para intentar salir de ello con la ayuda de los profesionales y de nuestro entorno y también con nuestra propia contribución.
Una de las responsabilidades importantes del usuario es la de tener hábitos de vida sana que podemos resumir en los siguientes apartados:
1) ORDEN: debemos mantener un orden en el entorno que nos rodea, lo que también se traduce en orden en los horarios de sueño, de comidas, de toma de medicación, etc.
2) MODERACIÓN en el consumo de tabaco, bebidas alcohólicas, cafeína, medicación, comida, etc.
3) EJERCICIO físico regular y de relajación
4) CULTIVAR LO SOCIAL, recomendación que se puede concretar en lo siguiente:
a) Mantener relaciones de trabajo, si ello es posible, de amistad o de estudios, es decir todas aquellas que permitan una integración en la sociedad
12
b) Abrirse a la información de los medios de comunicación social con espíritu crítico
c) Fomentar el buen humor y el optimismo, dando una visión positiva y realista a las experiencias propias y ajenas
d) Asociarse, con una actitud constructiva para aceptar y afrontar las experiencias propias y mantener un compromiso de ayuda y colaboración con quienes las viven actualmente, para poder hablarlo de igual a igual en un lugar social
En resumen: mantener un compromiso con la vida.
En otro orden de cosas, también hemos reflexionado sobre la iniciativa que algunos colectivos están planteando actualmente para promover la aplicación de tratamientos involuntarios.
El grupo de trabajo que ha elaborado esta ponencia y del que formo parte, no se posiciona radicalmente en contra de los tratamientos involuntarios, siempre que se cumplan las siguientes condiciones:
1) Que se apliquen en casos de crisis más o menos graves
2) Que sólo se mantengan durante un cierto periodo limitado por el tiempo necesario para la normalización del paciente
3) Que se respeten y no se anulen los derechos que se establecen en la Constitución
4) Que se ofrezcan unas garantías para amparar los derechos del paciente y que esas garantías sean de calidad. En estos casos, la visita de un juez no es una garantía suficiente, si no se tiene en cuenta la voz del paciente. Creemos que han de evitarse situaciones de no retorno a la vida normal.
5) Y, si el afectado participa activamente en alguna asociación de usuarios, se podría considerar la posibilidad de que también la asociación sea escuchada, incluso encontrar la forma legal para establecer esta intervención como un derecho que se pueda ejercitar cuando sea necesario, o a petición del usuario, ante los organismos competentes.

El debate sigue abierto.

Spinnecommander.

Anónimo dijo...

MUCHAS GRACIAS A LOS TRES, mis queridos Quijanos. Ya os he dicho antes algo parecido, ¿verdad? ¿Alguien se acuerda de la reunión del Puente de San José????? Bueno, pues ahora ha llegado el momento de poner en práctica nuestras sesudas conclusiones. A lo hecho, pecho. Y, a lo dicho... hechos!!!

Os mantendré informados de mis andanzas, en éste o en otro blog del que ya tendréis noticias en privado... I'm on fire...

Besos a la Reina de las Hadas, al Mago del Bosque que canta odas a la Reina y a Carol, la estrella del Tarot. Y a Olvido.


Besos.

Alicia